Los premios Bafta, que muchos definen como los Oscar ingleses, se entregan en una ceremonia cool, elegante y muy british. Los escenarios, que siempre eligen para la gala de cada año, son lugares emblemáticos de la ciudad, en su mayoría utilizados para los grandes acontecimientos culturales que acoge la capital británica.
La «Royal Opera House» del año pasado ha cedido, este año, el testigo al «Royal Albert Hall». Dos edificios «Royal» que, en más de una ocasión, han recibido a los miembros de la Familia Real británica, muy predispuesta siempre a apoyar estrenos cinematográficos y eventos de relevancia. No olvidemos, como el summun de la complicidad y guiño al mundo del cine, la colaboración de la Reina Isabel en el sketch con el 007, Daniel Craig, en las Olimpiadas de Londres. Nunca nadie habría imaginado algo así, pero los «royals british» son especiales y no escatiman entrega cuando se trata de promocionar lo suyo. En eso son únicos.
A lo que iba. Todos los nominados a los Bafta, que se entregan en la tarde de mañana domingo, se encuentran ya en la ciudad del Támesis porque, a diferencia de otras celebraciones de premios, los británicos organizan la fiesta de esos nominados la noche anterior. Es decir, se está celebrando mientras escribo estas líneas. Y, como no podía ser de otra forma, también en un entorno excepcional: el palacio de Kensington, un lugar con historia legendaria pero que, la inmensa mayoría se la gente, conoce porque en él vivió la desaparecida Diana de Gales y donde, al parecer, se van a instalar en breve los príncipes William y Kate.
En ese lugar especial y regio, en pleno Hyde Park, están de cocktail ahora las rutilantes estrellas de Hollywood que aña a acudirán al no menos espectacular Albert Hall para comprobar qué les depara la suerte. En el patio de butacas, desde esta tarde, ya estaban colocados – en su sitio correspondiente – los carteles con los rostros de los nominados. Desde Meryl Streep hasta Nicole Kidman, pasando por Ryan Gosling, Emma Stone, Hugh Grant, Amy Adams o Pedro Almodóvar, que compite con «Julieta» en el apartado de «mejor película de habla no inglesa». También vimos una foto de Penélope Cruz, lo que indica que la presencia española no se va a limitar al director manchego.
Como suele ocurrir en todas estas celebraciones, los modelos elegidos por las actrices son el foco de atención. Ni la fría noche londinense ha evitado que luzcan piernas, escotes y sus mejores estilismos para la ocasión. Entre los chicos, a la vista de lo presenciado en el photocall, ninguno ha podido superar a un Viggo Mortensen que, aunque la sombra del rey Aragorn es alargada, conserva una «percha» muy tener en cuenta. Hugh Grant ha ganado en interpretación lo que ha perdido en físico, lo que no es mal cambio. Ryan Gosling es….¡el inolvidable Noa! y Dev Patel ha conseguido ser un hombre elegante, atractivo e interesante, dejando atrás al adolescente de «El hotel Marigold».
En la tarde/noche de mañana volverán todos a verse las caras, se pondrán sus mejores galas de nuevo y recogerán con sorpresa, o no, el reconocimiento de la academia de cine británica. De momento, disfrutan de lo que ya tienen e inician la cuenta atrás…
A MI MANERA 