
Vivir un fin de semana del campeonato mundial de Fórmula 1, en el circuito belga de Francorchamps en Spa, ha sido una experiencia interesante, ciertamente cautivadora, altamente positiva y, hasta un punto, reparadora. No os descubro nada nuevo si os digo que, cuando conoces la trastienda de un evento importante (llámese Oscar de Hollywood, un concierto de alguien a quien admiras o una etapa importante de un deporte de élite) corres el riesgo de que la experiencia te decepcione, porque lo que se esconde y «cocina» en la parte de atrás de un gran espectáculo, siempre tiene “un lado oscuro” que nos derrumba el mito o la leyenda.
Nunca me olvidaré cuando un día, en Disneyland Resort París, tuve que caminar con Ricky Martin por el backstage de las atracciones, ya que nos era imposible dar dos pasos seguidos por el parque sin que nos rodearan decenas de fans. Ibamos como en su canción «María»: un pasito p´lante….un pasito p´atrás!!.Es decir,no nos movíamos. Tanto él como yo somos unos enloquecidos del mundo Disney, por lo que ver a Mickey Mouse con su cabeza en la mano y fumando un cigarrillo “tiró por tierra” toda nuestra ilusión por la magia de ese mundo de fantasía. Nunca hemos conseguido borrar ese imagen del backstage de nuestra mente..

Digo esto porque, como os comentaba en mi blog de hace unos días, mi amiga Alba Saiz y su jefe, José Ramón Carabante (dueño de la escudería HISPANIA de Fórmula 1) me invitaron con mi chico (que es el auténtico entendido en la materia) a vivir de cerca, en vivo y con tratamiento VIP, un fin de semana en la FÖRMULA 1. Mis experiencias anteriores (algunas decepcionantes, otras fantásticas), al adentrarme en «lo que no se ve» de rodajes internacionales de cine, festivales, entregas de Oscar, me “aconsejaban” acudir con cierta cautela para evitar la posible decepción al no responder a mis expectativas…pero ¡¡nada más lejos de la realidad vivida!!.
El backstage en la Fórmula 1 es el llamado “paddock”. Es la zona en la que se encuentran situados los “hospitalities” de las diferentes escuderías. Es una zona de paso muy restringido, elitista me atrevería a decir, donde solamente tienen acceso los pilotos, sus equipos, invitados de sus escuderías, celebrities de todo el mundo y prensa acreditada. Dicho asi podría parecer que aquello es como la Gran Vía en hora punta, pero no son muchos los elegidos.

A diferencia de otros backstage a los que he podido entrar, en los que apenas puedes acceder y mucho menos acercarte a los protagonistas del evento (actores, futbolistas..), en el paddock, los pilotos conviven con los invitados a esa zona con total naturalidad. Ninguno niega una foto o deja de firmar un autógrafo. Caminan solos, sin publicistas ni representantes que alejen a los curiosos. Su actitud les aleja de todo atisbo de divismo, aunque alguno no pueda evitar demostrar algún que otro ramalazo de vanidad. Sobra dar nombres, pero los grandes, los consagrados, son los que menos presumen. Los recién llegados son, en algunos casos, los que apuntan unos brotes de soberbia que, con el tiempo, sólo les llevarán a desengaños. El público es sabio y rara vez se equivoca cuando muestra su pasión por alguien. Generalmente, la calidad como deportista es directamente proporcional a su calidad como ser humano.

Es algo que he podido comprobar en estos dos días de convivencia. La cercanía de Pedro de la Rosa, Fernando Alonso o Rubens Barrichello me sorprendió frente a la altanería de Jaime Alguersuari. Los delirios de los fans por Vettel,Weber o Button frente a la modestia de Bruno Senna (de la escudería HISPANIA),sobrino del mítico Ayrton que falleció en un desgraciado accidente, empotrándose contra un muro en una de sus inolvidables carreras. A raíz de su muerte, la F1 empezó a preocuparse más por las medidas de seguridad en los circuitos de competición. Hoy en día, a pesar de la fragilidad de los monoplazas, los accidentes son más espectaculares pero, afortunadamente, menos mortales.

Experiencia gratificante la vivida en Spa, de ésas que te dejan “regusto” y ganas de repetir. La carrera tuvo un poco de todo: lluvia, sorpresa ante la inevitable retirada de Fernando Alonso, el triunfo incuestionable del Lewis Hamilton y unos cuantos sobresaltos, que desencadenaron los accidentes de Vettel con Button, Barrichello con Alonso y la retirada de Bruno Senna. Todo un abanico de sensaciones. Ni en mis mejores sueños imaginé un bautizo en la F1 como éste..
Fotos:Oscar Ortíz de Urbina Feito
Si es que el mundo de la F1 es muy trepidante y está repleto de sorpresas.
Por cierto que buenas fotos, jejeje
Me gustaMe gusta
Si ya te lo decía yo….
Me gustaMe gusta